viernes, 15 de noviembre de 2013

Análisis de Portal


Muchas veces, ante uno de esos juegos sobre los que tantos halagos se han vertido, me siento como un bicho raro. Soy consciente de que tengo unas preferencias muy marcadas, y aunque estoy mejorando mucho en este aspecto, se que en algunos casos, mi intransigencia me hace perderme algunos juegos que sin duda valen mucho la pena. Pero como digo, estoy mejorando mucho en este aspecto, así que el día en que probé Portal llegó, y no viene sino a confirmar mi convicción de que hay que tener una mentalidad abierta para poder disfrutar de la mayor cantidad de títulos posibles.

Portal se perfila desde el primer instante como un juego que nos marca un buen puñado de interrogantes. Nos despertamos en una suerte de estancia integrada en una gran sala de muros blancos e iluminación tan artificial como inquietante. Pareciera de alguna manera que nuestro personaje supiera tan poco de qué hace ahí, cómo ni cuando ha llegado como nosotros, cuando de repente, una robótica aunque de alguna manera expresiva voz nos informa de que hemos sido seleccionados para sortear 19 pruebas. 

La ambientación del juego es tan minimalista que duele.
A partir de una premisa tan básica como la de la imposibilidad de hacer otra cosa y el empuje humano por superar las adversidades empieza Portal. Estamos atrapados, no sabemos por qué ni para qué, pero el escenario en el que nos encontramos es tan aséptico que resulta tétrico, por lo que queremos escapar de él. Para lograrlo, no nos queda otra opción que la de seguir las indicaciones de la inquietante voz robótica, que nos va a enseñar el funcionamiento de las pruebas al tiempo que nos prepara para las dificultades que tendremos que enfrentar. 

El arma más ingeniosa jamás vista.
Las primeras pruebas son sencillas, hasta que llegamos a una de ellas en la que nos haremos con la pistola de portales. A partir de aquí empieza la magia. Tenemos un arma que es capaz de abrir un portal hacia otro sitio. Un poco más adelante conseguiremos una mejora para este arma que nos permite lanzar los dos portales, el de entrada y el de salida, abriendo todo un mundo de posibilidades para la resolución de las -cada vez más duras- pruebas. Además, toda la física de los portales está ejecutada con maestría. Entrar en un portal a toda velocidad supone salir por su opuesto a esa misma velocidad. Todo esto se utiliza en los retos que plantea el juego, para diversificarlos y utilizar los portales de varias maneras diferentes. 

Y la magia de Portal reside precisamente ahí, en las enormes posibilidades de un arma como la pistola de portales. Portal se controla como un shooter, pero no lo es para nada. Más bien basa la totalidad de su jugabilidad en la resolución de puzzles que nos hagan avanzar hasta el siguiente, enfrentándonos a un destino incierto del que casi nada sabemos. Tan solo nos parece entrever que la robótica voz esconde algo y que llegaremos a descubrirlo al llegar al final de la prueba número 19. De todo el juego, hay que destacar la enorme originalidad del planteamiento, con una jugabilidad tan simple como adictiva y una lógica muy concreta en la manera en la que aplicar los portales para poder vencer los contratiempos que las pruebas nos plantean. Nunca una idea tan simple y sencilla como la de los portales nos había ofrecido unas mecánicas tan sugerentes y bien planteadas. Unas mecánicas de resolución de puzzles que logran recompensar mucho al jugador.

Abrir puertas utilizando cubos, botones y portales. Esta es la base jugable de Portal.
Pero Portal va mucho más allá de la simple y llana originalidad en lo jugable. En cierto momento, la trama explota, se descubren ciertas cosas que es imposible exponer aquí sin destripar el juego, pero que hacen que éste adquiera la solidez narrativa y la excelencia en la trama necesarias como para calificarlo de auténtica obra maestra. Sin embargo, tiene un punto negativo, que es sin duda su duración. Un juego realmente corto pero que no defrauda en ningún otro de sus apartados. Una obra maestra atemporal, que luce a día de hoy muy bien a pesar de los añitos que tiene a sus espaldas y que no tiene visos de envejecer nada mal de cara al futuro.

Venga sin spoilers: Uno de los escenarios más míticos de la historia de los videojuegos.
Nota global: 10

A pesar de su duración, Portal es una auténtica obra maestra. Un juego original como pocos, con una narrativa espectacular y un giro de la situación tran gradual como perceptible, que explota en cierto momento y que precipita los acontecimientos hacia un final de escándalo. Hay que jugarlo si o si.

 Ficha:

Año: 2007
Desarrollador: Valve Corporation
Género: Aventura de lógica y puzzles
Plataforma: PC
Corriendo con: Gigabyte GTX 660 TI

Lo mejor:
  • La originalidad de la pistola y lo que supone a nivel jugable. Todo gira en torno a los portales.
  • La ambientación, tan minimalista y pálida que resulta tétrica a pesar de tanta iluminación.
  • "The cake is a lie."
Lo peor:
  • La duración.
  • ...
  • ...

2 comentarios:

  1. Es un JUEGAZO. Yo también le daría un 10 y me quedaría tan ancha. Es de esos juegos que son perfectos al 100%.

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    1. Yo también me he quedado tan ancho... Y ahora estoy con el 2. Gracias por comentar.

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